La actividad del verano disminuye y, a medida que se acerca el frío, pasamos menos tiempo al aire libre y más tiempo acurrucados y calentitos. Por desgracia, la combinación de menor actividad y mayor consumo de alimentos puede dar lugar a unos kilos de más para el invierno. Aquí están nuestros 10 mejores consejos para evitar ganar peso este otoño.
Tener alimentos nutritivos a la mano hace que sea más fácil incorporarlos a tu dieta. Ten siempre disponibles frutas y verduras cortadas; acompáñalas con yogur griego para obtener un snack rápido. Establece la norma de comer algo de fruta o verdura antes de comer un postre, como chocolate, y así será menos probable que te excedas al comer.
Desayunar pone en marcha el motor durante esas horas críticas de la mañana en las que estás ocupado. Saltarte el desayuno es una invitación al consumo excesivo de alimentos menos nutritivos, más tarde a lo largo del día. Intenta incluir en tu desayuno: fibra, proteínas y verduras.
Es la temporada de los cafés con especias de calabaza, pero esas bebidas cálidas y reconfortantes del otoño pueden contener las calorías de toda una comida. Limita las bebidas especiales a un capricho ocasional y pídelas sin azúcar y sin crema batida. Prueba un nuevo sabor de té o agua caliente con limón si lo que buscas es una bebida caliente a pequeños tragitos.
Cuando la temperatura baja, tendemos a olvidarnos de las ensaladas o los platos veraniegos y nos lanzamos a la comida sustanciosa y confortable, como las sopas, los guisos y los estofados. Ten en cuenta que estos platos pueden tener muchos carbohidratos. Considerarlos en el balance de tu comida y agrega verduras adicionales como acompañamiento.
El otoño suele ser el inicio de nuevas clases y actividades. Prueba algo nuevo esta temporada para mantener el ejercicio y el ritmo, o busca una instalación cubierta para practicar deporte si el clima no lo permite.
Cuando entramos en una nueva estación, lo que sentimos por la comida y nuestros hábitos alimenticios pueden cambiar y transformarse sin que nos demos cuenta. Registra tu energía, tu consumo de alimentos y bebidas y tu actividad para poder reflexionar sobre tus objetivos. ¡Puede que te sorprenda lo que descubras sobre ti mismo!
El otoño y el invierno son un buen momento para probar nuevas recetas con productos de temporada como calabazas y tubérculos. El precio de los productos aumenta durante el invierno, por lo que planear un menú semanal también ayudará a reducir el desperdicio de alimentos y a ahorrar un poco de dinero.
Seguimos necesitando mantenernos hidratados incluso en los meses más fríos, aunque un vaso de agua fría no sea muy apetecible. Si tienes sed, tu cuerpo suele darte una señal de "ponme algo en la boca". En lugar de buscar un snack o una bebida cargada de calorías, empieza con un vaso de agua o prueba con agua caliente con limón.
Odio decirlo, pero el Día de Acción de Gracias, Halloween y Navidad estarán aquí antes de que nos demos cuenta. Los postresitos y los excesos pueden fácilmente salirse de control en estos eventos, así que establece objetivos y límites durante las fiestas. Sigue comiendo un plato balanceado en tus comidas y limítate a sólo 1 ó 2 tentaciones absolutamente favoritas.
Si sigues las pautas de alimentación y ejercicio saludable el 80% del tiempo, los nuevos hábitos se convertirán en parte de tu vida sin agobiarte. Mucha gente piensa en términos de blanco y negro cuando piensa en los hábitos de alimentación y ejercicio. En realidad, deberíamos sentirnos cómodos viviendo en los grises, en una zona intermedia. Hacer incluso 20 minutos de ejercicio, reducir las porciones aunque sea ligeramente, y añadir algunas verduras a tu plato: estas pequeñas acciones pueden tener un gran impacto en tu salud y en tu vida.
Cristina
29 Septiembre, 2022