Los carbohidratos, son un tema que suscita siempre debate. La cantidad que consumimos ha sido muy discutida por ambos bandos, sin que haya una respuesta clara. ¿Debería la mitad (o incluso más) de nuestras calorías proceder de carbohidratos como azúcares o panes?
Te sorprenderá saber que los carbohidratos pueden ayudarte a perder peso al regular los niveles de azúcar e insulina en la sangre. Hoy en Healthy Martina analizamos la diferencia entre carbohidratos simples y los que contiene almidón resistente, sus efectos sobre la salud y cómo pueden ser útiles para tu bienestar general.
Algunos carbohidratos son buenos, mientras que otros pueden ser realmente perjudiciales. Por ejemplo, el almidón resistente que se encuentra en los alimentos cocinados y enfriados, como las papas o el arroz blanco, ayuda a procesar la glucosa, pero los que son comunes en los alimentos procesados con azúcar agregada, como el jarabe de maíz de alta fructosa, pueden ser muy perjudiciales, incluso en pequeñas cantidades.
En este estudio los investigadores buscaron responder a la pregunta de qué tipo de carbohidrato es más beneficioso para la salud. Descubrieron que una dieta baja en proteínas y alta en carbohidratos complejos (BPAC) era más eficaz que una alta en proteínas y baja en carbohidratos, para mejorar el metabolismo y la vida de los ratones en la mediana edad, lo cual resulto toda una sorpresa para los defensores de las dietas bajas en carbohidratos.
Los investigadores plantearon la hipótesis de que las dietas BPAC con carbohidratos complejos como el almidón resistente conducirían a una mejor salud metabólica que las que incluyen carbohidratos que contienen fructosa, como el jarabe de maíz de alta fructosa. Este tipo de alimentos pueden provocar mayores picos de azúcar en sangre, además de otros daños físicos, cuando se consumen con frecuencia a lo largo del tiempo.
En las dietas que contienen más carbohidratos (70% de carbohidratos 10 % proteínas), el metabolismo varió considerablemente según el tipo de carbohidrato que se consumiera. En comparación los ratones que comían una cantidad igual de almidón normal, a los que consumían almidón resistente tenían resultados más saludables, como niveles de adiposidad más bajos (acumulación de grasa) y niveles más bajos de insulina en la sangre en ayunas. Sin embargo, cuando los ratones fueron alimentados principalmente con una mezcla similar al del jarabe de maíz de alta fructosa, ganaron mas peso (principalmente debido a la grasa acumulada y no a la masa magra), estos consumieron más alimentos mientras tenían menos sensibilidad a la insulina y tolerancia a la glucosa.
Además, una dieta rica en carbohidratos de fácil digestión (carbohidratos simples) dio resultados similares a los del consumo del jarabe de maíz de alta fructosa Sin embargo, la sustitución del almidón resistente dio lugar a una mejora en la tasa metabólica de forma significativa.
El almidón resistente NO libera inmediatamente la glucosa en el torrente sanguíneo, lo que significa que el consumo de alimentos que contienen este tipo de hidratos de carbono no provocará un pico de azúcar en la sangre. Según los investigadores, el consumo de almidón resistente puede conducir no sólo a un mayor gasto energético y a la quema de grasas, sino también a la reducción de la adiposidad.
Muchos estudios de nutrición examinan los macronutrientes de forma aislada, pero así no es como realmente comemos. Así que en este estudio querían descubrir cómo los carbohidratos y las proteínas interactúan entre sí y conducen a diferentes resultados. Los ratones de este estudio comían más cuando había menos proteínas. Una posible explicación de por qué somos tan sensibles a obtener suficientes aminoácidos esenciales, y no sólo calorías o carbohidratos, se llama "apalancamiento proteico" La teoría dice que las personas priorizan el consumo de cantidades suficientes de proteínas independientemente del contenido calórico.
Evita adoptar un enfoque general para todos los carbohidratos. Sin duda, limita los carbohidratos procesados, pero no evite los buenos; nos referimos a los almidones resistentes que se encuentran en muchos alimentos vegetales y que pueden ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina y llevar la glucosa a nuestro torrente sanguíneo de forma más eficiente. Combínalos con una porción adecuada de proteínas de buena calidad para mantenerte satisfecho por más tiempo.
Cristina
30 Septiembre, 2021